No queda duda que el concepto y la
aplicación de la Geografía han evolucionado notablemente, desde su
concepción tradicional como disciplina descriptiva de la superficie
terrestre, hasta su condición actual, contemporánea, estrechamente
relacionada al quehacer humano, a través de investigaciones serias y
rigurosas donde la variable espacial ha desempeñado un rol preponderante.
Geógrafos destacados como Humboldt y Ratzel, y sus posteriores discípulos,
realizaron investigaciones geográficas que transformaron el concepto
clásico de la geografía, haciéndola más activa, dinámica, en permanente
evolución, lo que trajo como consecuencia una participación creciente del
geógrafo en la planificación de los procesos de desarrollo, aunque en mayor
medida en países desarrollados.
En este avance, uno de los campos donde la Geografía ha realizado
notables contribuciones, los constituye la Política de los Estados, al
orientar la toma de decisiones no sólo en tiempos de paz, sobre asuntos
concernientes a los Intereses Nacionales y su preservación dentro del
contexto internacional, sino también en tiempos de conflictos bélicos,
cuando se utiliza la fuerza como instrumento de la Política para alcanzar
los objetivos propuestos.
De esta manera, debe resaltarse el apoyo del conocimiento geográfico al
fortalecimiento y aplicación de la Geopolítica y la Geoestrategia, ramas de
las Ciencias Políticas que reciben de la Geografía importantes insumos para
crear sus campos de acción, los cuales se encuentran íntimamente
relacionados a la Planificación de la Seguridad y Defensa Nacionales. La
Geopolítica, por una parte, al hacer uso del conocimiento geográfico,
orienta al estadista en el proceso de toma de decisiones políticas, guía la
Política Interna y Externa, en tanto orienta a la Institución Militar en la
Defensa Nacional, y establece la manera en que pueden ser cristalizados los
intereses y aspiraciones que una nación busca satisfacer en su evolución
cultural, mediante políticas y estrategias en el contexto de la Seguridad y
el Desarrollo.
Para estos propósitos, la Geografía es una herramienta que va a
permitir conocer y analizar un Estado, valorizando su territorio como parte
indivisible e indispensable para el Desarrollo y Seguridad de la nación que
sobre el mismo se asienta, haciendo particular énfasis en sus ventajas y
desventajas de localización; debilidades y fortalezas respecto a países
vecinos; la influencia de la extensión territorial en su funcionalidad
espacial; las condiciones favorables o no de la configuración del relieve;
presencia y distribución de recursos hídricos, agrícolas, forestales,
mineros y estratégicos; patrones y ventajas de la distribución poblacional;
así como la interacción del Estado dentro de los contextos regional y
mundial.
Como puede observarse, la Geografía en su dimensión general está en
capacidad de proveer información relevante sobre las características de un
país, que contribuye a conocer mejor su potencial, el cual, bajo un manejo
adecuado, puede convertirse en Poder Nacional, susceptible a ser preparado
y aplicado para conquistar y mantener los Objetivos Nacionales,
garantizando por ende la Seguridad y Defensa Nacionales.
La contribución del conocimiento geográfico a la Seguridad y Defensa
Nacional se destaca en el ámbito de la Seguridad y Defensa, para destruir o
neutralizar los antagonismos que se oponen a la consecución y mantenimiento
de los Objetivos Nacionales, fundamentándose en la Estrategia y la
Geografía; en este sentido, es la Geografía la que va a proveer el
conocimiento científico, veraz y actualizado sobre un determinado espacio o
región, en sus dimensiones cualitativa y cuantitativa, donde es inminente
la aplicación del Poder a través de Estrategia en cualquiera de sus
expresiones: social, económica, política y militar, para garantizar la
Seguridad de la Nación, a pesar de las presiones reales o potenciales que
puedan tener lugar.
Bajo estas premisas, si e estratega sólo planifica haciendo uso
circunstancial y generalizado de los conocimientos sobre las realidades
geográficas, el diseño y la ejecución de las estrategias no tendrá
suficiente rigor y, en consecuencia, se dificultará la consecución de los
objetivos propuestos y la Seguridad Nacional no podrá ser garantizada. De
allí la valorización de que es objeto el conocimiento científico de la
Geografía, sobre todo por sus aportes para la búsqueda de soluciones a los
problemas de Seguridad de los países, bien sean de naturaleza territorial,
conflictos fronterizos o las dificultades en la preservación de la
Soberanía e Integridad Nacionales, entre otros, ante los cuales dicha
disciplina dispone de diversas herramientas, métodos e instrumentos de
análisis, que le permiten arribar a resultados de incuestionable valor
científico.
Ahora bien, cuando son agotados todos los procedimientos para la
solución pacífica de los problemas de Seguridad y Defensa, y se presume el
empleo de la guerra como instrumento de la Política para alcanzar los
objetivos deseados, de nuevo el análisis geográfico para a desempeñar un
importante papel a través del estudio de los posibles escenarios y teatros
de operaciones; es decir, de aquellas porciones del espacio geográfico de
las naciones en conflicto, donde es susceptible la aplicación del Poder
Nacional a través de la estrategia militar.
En este orden de ideas, la necesidad de información geográfica para la
planificación y desarrollo de operaciones militares, ante la posible
materialización de una hipótesis de conflicto entre dos o más países, o la
eventualidad de amenazas diversas que atenten contra la Seguridad Nacional,
se satisface a través de la Geografía Militar, especialidad que,
desprendida de la Geografía General, va a tener la responsabilidad de
analizar las influencias del medio ambiente sobre las actividades de orden
militar, permitiendo extraer conclusiones, bien sean de carácter
estratégico o táctico, que beneficien a la Seguridad y Defensa de un país,
pero en el campo estrictamente militar.
A manera e ejemplo, podría agregarse que la información geográfica ha
cobrado gran utilidad durante los grandes conflictos armados del presente
siglo y, en especial, durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, cuando
el Estado Alemán exigió a los mas brillantes geógrafos la realización de
investigaciones geográficas sobre los teatros de operaciones, así como la
preparación de archivos con la documentación geográfica y cartográfica
necesaria para planificar sus acciones, lo que les permitió alcanzar
resultados satisfactorios durante parte del conflicto.
El aporte del conocimiento geográfico a los requerimientos de la
Organización Militar, dada la importante participación de ésta en la
preservación y resguardo de los Intereses Nacionales, no perderá vigencia
jamás, mucho menos si se piensa que en los días por venir las necesidades
de sobrevivencia del género humano, la lucha por los recursos alimenticios,
los requerimientos de nuevos espacios y la falta de entendimiento entre
grupos étnicos, generarán conflictos entre naciones, que ameritan un agudo
conocimiento del medio ambiente circundante, es decir del Territorio como
parte indispensable para la supervivencia del Estado.
En síntesis, el conocimiento geográfico cobra cada vez mayor vigencia
en su contribución a la solución de problemas en los cuales está inmerso el
binomio Hombre-Espacio. Quien ejerza la Geografía y se desempeñe dentro del
Sistema de Planificación de la Seguridad y Defensa de una país, dispondrá
de una herramienta y un atributo de valor imponderable, para contribuir a
resolver aquellos problemas que tienen expresión espacial en el Territorio
y que atentan contra la Seguridad y Defensa del Estado. En el ámbito
Militar, los aportes de la Geografía a la Planificación y Desarrollo de
operaciones militares serán cada vez mayores, aún cuando hay quienes
expresan que para hacer la guerra "No Convencional", no se
amerita analizar el espacio geográfico, pero no visualizan los efectos que
el uso no pacífico de nuevas formas de energía pueden ocasionar en factores
como el relieve, el suelo, la atmósfera, etc., y desconociendo además los
aportes de la geografía Militar5, ante amenazas de otra índole que
requieran la intervención del Poder Militar.
BIBLIOGRAFIA
ESCUELA SUPERIOR DEL EJÉRCITO: Manual de Geografía Militar, Caracas, 1991
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